A punto de terminar el año 2016 creo que el balance, en cuanto a videojuegos se refiere, no ha sido malo. No ha habido mes en el que no hayamos tenido un lanzamiento, noticias de nuevos desarrollos, ferias, conferencias, premios o "experiencias".
El mundo del videojuego puede sentirse orgulloso al comprobar cómo sus redes se van ampliando y cada vez más gente queda atrapada por este hobby-vicio. Y el campo de acción es tan amplio que hay para todos los gustos y todas las edades, aunque haya muchos que se empeñan en que sólo lo suyo es bueno.
Para mí este año está marcado por la aparición de la Realidad Virtual. Una experiencia de juego, todavía en desarrollo, casi en pañales, que a muchos nos ha cautivado y a muchos otros les ha dejado fríos. El tiempo dirá si ha llegado para quedarse o será uno de los tantos intentos y fracasos de la industria para innovar. Por ahora las compañías han lanzado su propuesta, variada en precio y juegos. Tanto si te decantas por unas HTC Vive, o las Oculus Rift o el modelo PSVR seguro que disfrutarás de una experiencia nueva. Podemos jugar en primera persona o sólo contemplar. Muchos nunca estaremos más cerca de un tiburón que con las gafas puestas y, aunque sepamos que es sólo un juego, la sensación es tan real y cercana que puede que en un futuro nos planteemos si de verdad no estuvimos en una jaula en el fondo del mar.
¿Has pilotado alguna vez un X-Wing? Yo ya puedo decir que sí.
