La ofensiva del Ejército sirio en Alepo continúa a pesar de la tregua anunciada por Rusia para evacuar a las 150.000 personas, según la oposición al régimen, están atrapadas al este de la ciudad, en la zona donde se han atrincherado los rebeldes.
Los bombardeos se han intensificado durante los últimos 10 días. En especial en barrios como Al Magair y Bustan al Qasr, donde la oposición está replegándose. El régimen no ha estado nunca tan cerca de recuperar el control de la segunda ciudad del país.
Sin aparente control de lo que ocurre en el terreno, Staffan de Mistura, el enviado especial de la ONU para Siria, mantiene la esperanza: “En estos momentos hemos sabido que se están evacuando civiles de forma inmediata. No nos están esperando (el Gobierno sirio y su aliado ruso). Y podría ocurrir lo mismo para la evacuación voluntaria de combatientes si se llegase a alcanzar un acuerdo. El sábado es el día, eso es lo que se está discutiendo en Ginebra”.
De esta destrucción y desolación huyen miles de personas que tras 4 años bajo el control de los rebeldes, esperan que las facciones sirias y las fuerzas extranjeras en el terreno se pongan de acuerdo para permitirles una salida segura de un territorio que ya no les pertenece.