Con el encendido de 40 creaciones luminosas la ciudad francesa vuelve a celebrar su fiesta más emblemática, anulada el pasado año tras los atentados de París.
Miles de personas han desafiado las bajas temperaturas, dispuestas a dejarse sorprender.
“Detrás de nosotros se puede ver un proyecto con robots. Es un proyecto iniciado por empresarios que nos ofrecieron trabajar con estos objetos totalmente modernos. Es una manera de distinguirse, de encontrar nuevas formas artísticas y generar fascinación con máquinas que pueden parecer muy frías e industriales”, explica Jean-François Zurawik, jefe de eventos culturales de la ciudad de Lyon.
Con el país en estado de emergencia, en esta ocasión esta festividad, nacida en 1850, se celebra en un perímetro más reducido y durante tres días, en lugar de los cuatro habituales.
En la paza Sathonay, en el centro de Lyon, la Navidad se ha adelantado. “Me encanta, la magia de la Navidad empieza antes”, celebra esta mujer.
“La Fiesta de las Luces gusta y conmueve. 2016 es un reinicio para el evento cultural más grande de Lyon. La fiesta está permitida, pero bajo estrictas medidas de seguridad”, concluye nuestra enviada, Anja Bencze.
