La incertidumbre ante el futuro papel de EE.UU. en la OTAN tras llegar Donald Trump a la Casa Blanca se ha convertido en la excusa perfecta para que en la Alianza se empiece a hablar de aumentar el gasto militar.
A la espera de que la nueva administración asuma el mando el próximo 20 de enero, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha optado por responder con diplomacia a las peticiones puestas de manifiesto por Trump —quien ha exigido a sus aliados que dejen de depender del gasto militar estadounidense— y al parecer buscaría hacerse eco de la idea de que los demás miembros del bloque hagan un mayor desembolso.
El objetivo fijado por la OTAN es que los Gobiernos destinen el 2 % de su PIB a defensa. Según las estimaciones del 2016, a la cabeza del gasto están Estados Unidos (3,61 %), Grecia (2,38 %), Reino Unido (2,21 %), Estonia (2,16 %) y Polonia (2 %), los cinco únicos países miembros de la OTAN que cumplen lo establecido. Por debajo, algunos están cerca del objetivo como Francia (1,78 %), mientras en el lado contrario se encuentran cinco países que no le dedican ni el 1 % de su PIB: Canadá (0,99 %), Eslovenia (0,94 %), España (0,91 %), Bélgica (0,85 %) y Luxemburgo (0,44 %).
En el caso de España, pese al llamamiento explícito de Stoltenberg, la nueva ministra española de Defensa, Dolores de Cospedal, ha eludido pronunciarse sobre la respuesta de su país. Se trataría de una aportación de 11 mil millones de dólares.
Juan Carlos Rois, miembro de Utopía Contagiosa, colectivo no violento de defensa, señala: “la OTAN interviene en escenarios mundiales. Es una alianza de dominación y de violencia”.
Miguel Ángel Benedicto, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Europea de Madrid, cuestiona: “no hablaría de un ejército europeo, se habla de autonomía estratégica para ser más autónomos respecto a los EE.UU. Vamos a ser complementarios con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)”.
Raúl Peña, integrante de Unidos Podemos, considera que “la Agencia Europea de Defensa responde a lógicas industriales más que a lógicas militares”.
Luis Ruiz Salgado, ingeniero y director de la revista lasarmas.com, dice de la Alianza Atlántica: “puede ser que cambie de nombre, porque sus funciones van a cambiar”.