La dimisión de Matteo Renzi como primer ministro italiano tras el triunfo del ‘no’ en el referéndum constitucional ha provocado diversas reacciones entre los países e instituciones europeos.
La canciller alemana, Angela Merkel, lamentaba de esta forma el rechazo popular a la reforma propuesta por Renzi:
“Estoy triste de que el referéndum en Italia no haya salido como lo esperaba el primer ministro porque siempre he defendido su política reformista, aunque, naturalmente, estamos ante una decisión italiana que tenemos que respetar”.
Mientras tanto, en Francia, el ministro de Finanzas Michel Sapin ha expresado que el resultado del referéndum no pone en duda el compromiso de los italianos con Europa:
“No debemos analizar el resultado italiano más allá de la cuestión de un cambio en la Constitución. El ‘no’ ha ganado claramente, pero la pregunta no era sobre Europa. Los italianos son favorables a la construcción de Europa con Italia dentro de ella”.
Por su parte, el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha asegurado que la victoria del ‘no’ no cambia la situación económica del país transalpino:
“Es un proceso democrático y no cambia realmente la situación económica de Italia ni de los bancos italianos. Los problemas que tenemos hoy son los problemas que teníamos ayer y todavía hay que solucionarlos”.