El cambio climático es real. Tres estudios publicados en los últimos días alertan de los efectos desastrosos que está teniendo sobre el planeta el calentamiento global. En el Ártico, el ecosistema está amenazado además por las actividades humanas llevadas a cabo directamente bajo el lecho marino, según explica el inquietante informe del Instituto Medioambiental de Estocolmo.
“El Ártico está mucho más conectado al resto del planeta de lo que muchos se imaginan”, confirma el científico Marcus Carson. “Especialmente por el sistema climático. Si el cambio climático continúa evolucionando, los gases de efecto invernadero que llegan allí se volverán contra nosotros antes o después”.
En la Antártida, otra investigación del Geophisical Rearch Letters ha concluído que la ruptura del gigantesco iceberg que se separó en 2013 tiene su origen en una rarísima fractura interna que los científicos jamás habían visto antes.
Y por último, el Consejo de Investigación Australiano ha informado de que el 67% de los corales del norte de la Gran Barrera han muerto en los últimos nueve meses debido al aumento de las temperaturas y de la acidez del agua por el dióxido de carbono de la atmósfera. Su regeneración llevará de diez a quince años.