Tras la organización de la última Cumbre sobre el Clima COP-22 en Marrakech, el Salón Internacional de la Construcción en Casablanca ha reunido a más de 660 empresas y profesionales de un sector fundamental para la economía de este país.
“Después de la Cumbre sobre el Clima tenemos que mejorar la calidad medioambiental en materia de eficiencia y consumo energético. Es una nueva fuente para el desarrollo de nuestro país y esperamos dar un impulso mayor al sector de la construcción de edificios. Un sector que ocupa a más de un millón de personas, y representa más de 6% de la economía nacional y de su Producto Interior Bruto (PIB)”, el ministro marroquí de Vivienda, Nabil Benabdellah.
El sector agrícola marroquí, que emplea a un 40% de la población activa del país sufre las consecuencias del cambio climático y de la falta de precipitaciones. El éxodo desde las zonas rurales más pobres a las grandes ciudades no cesa.
“La mayoría de la población se está trasladando a las ciudades. Ahora más del 65% de nuestros habitantes viven en las urbes, personas que se trasladan desde el campo a las zonas urbanas”, según Benabdellah.
El Gobierno marroquí, que tiene un plan de vivienda en marcha, firmó en mayo un convenio con el grupo chino Haite para crear un parque industrial y residencial en la región de Tánger para 300.000 personas.
Marruecos tiene además diversas inversiones en marcha para conseguir reducir su dependencia energética. La previsión es que el 40% del consumo eléctrico provenga de fuentes renovables en 2020.