Los enormes negocios de Donald Trump despiertan la desconfianza. Sus negocios en el extranjero podrían influir en su política exterior.
Es desde su hotel en Washington o en Nueva York donde Donald Trump prepara el inicio de su mandato.
Pero al mezclar sus negocios con la política, el futuro presidente se enfrenta a una avalancha de problemas por conflicto de intereses.
Ayer lunes, en un seminario organizado por un conocido centro de reflexión, varios ex Jefes de Gabinete de la Casa Blanca dieron la voz de alarma.
William Daley, antiguo jefe del Gabinete de Barack Obama:
“Tiene nueve semanas para entenderlo. Su equipo tendrá que comprender que no puede presentar ante el Capitolio y jurar el cargo sin tener al menos una estrategia.”
“Son problemas reales sin precedentes y no puedo entender que el Presidente electo no los aborde de una manera seria y profunda, incluso diría, de la manera más precisa posible,” decía Thomas McLarty, quien fuera Jefe del Gabinete de Bill Clinton.
Aún más tajante fue Joshua Bolten, quien trabajó en la Casa Blanca con el presidente George W.Bush :
“Creo que esto es potencialmente muy perjudicial.
En mi opinión, la administración de Donald Trump no sólo debe respetar lo que dice la ley, sino también lo que recomienda el público en nombre de la confianza del pueblo estadounidense”.
En Washington, los preparativos ya están casi listos para cuando Donald Trump jure el cargo el 20 de enero de 2017.
“Las transiciones presidenciales tiene esos espinosos asuntos que al final se solucionan. Pero los conflictos de intereses entre Trump, presidente y Trump, empresario, probablemente seguirán siendo un serio problema una vez que Donald Trump esté en la Casa Blanca “.
Un reportaje de Stefan Grobe.