La inesperada victoria de Trump sembró incertidumbre sobre el futuro del arduamente negociado TPP, firmado por 12 miembros e impulsado por Estados Unidos, nación clave en el comercio en la Cuenca del Pacífico.
El controvertido empresario emprendió una campaña contra el TPP –que aún no ha sido ratificado por el Congreso– y lo calificó como un “pésimo negocio” que atenta contra Estados Unidos, llevándose los empleos hacia naciones con mano de obra más barata.
En un área necesitada de comercio, esa situación ha hecho que antiguos aliados de Estados Unidos como Australia y Japón miren a China para llenar ese vacío.
Pekín, que fue excluido del TPP, está empujando dos alternativas: el Área de Libre Comercio del Asia Pacífico (FTAAP), con los 21 miembros del APEC, y la Asociación Económica Integral Regional (RCEP), con 16 integrantes, que incluye a India, pero no a Estados Unidos.
Xi pidió a los líderes regionales para avanzar en ambas ofertas, en medio de la incertidumbre desatada en el mundo tras la victoria de Trump.