En la primavera de 1918 el imperio austrohúngaro consiguió un gran avance en el extinto frente oriental, que dio por finalizado un estancamiento militar que duraba meses. Este avance les permitió llegar hasta un pequeño bosque a las fueras de la ciudad de Amiens. Recreando esta contienda, el equipo británico debe conservar cinco sectores, resistiendo las tres oleadas del ejército austrohúngaro. En caso de no aguantar la primera ofensiva, el ejército británico se replegará hasta la ciudad de Amiens, un mapa en el que los atacantes tendrán nuevamente tres intentos de conquista, mientras que los británicos deberán conservar cuatro sectores para poder alzarse con la victoria.
