En el tercer trimestre del 2016, el Producto Interior Bruto aumentó medio punto con respecto al anterior. Ya son dos trimestres en los que la maltrecha economía helena, un país todavía bajo la tutela de Bruselas y del Fondo Monetario Internacional, se mantiene en verde.
El portavoz del Gobierno, Dimitris Tzanakopoulos, ha dicho que ese ritmo de crecimiento no se había producido desde el primer trimestre de 2008.
A pesar del alentador dato, tanto el Ejecutivo como la Comisión Europea prevén para el conjunto del 2016 una caída de tres décimas porcentuales para después recuperar en 2017 con una subida de 2,7%.
La austeridad impuesta por sus acreedores ha castigado la demanda y el consumo del país.