El Gobierno egipcio respira más tranquilo tras el compromiso el viernes del Fondo Monetario Internacional de concederle un préstamo de 12.000 millones de dólares durante los tres próximos años.
Un anuncio que parece haber calmado el descontento popular generado por la crisis económica y el creciente aumento del coste de vida.
En una conversación con nuestro corresponsal en El Cairo, el analista de Euromoney en la región analiza las consecuencias del préstamo.
Mohammed Shaikhibrahim, euronews:
“Teniendo en cuenta la situación económica del país… ¿Es el préstamo del FMI la última solución para Egipto?
Richard Banks, Euromoney:
“Creo que el paquete del FMI, y es importante recalcar que es un paquete, traerá otros fondos bilaterales y multilaterales. Permitirá instaurar un acuerdo marco en la gestión de políticas públicas y eso es muy importante ya que hará que los inversores internacionales cambien su percepción de Egipto”.
Los sectores más empobrecidos de la sociedad son los que más han sufrido las últimas reformas del Gobierno, como la decisión de hace apenas diez días de dejar fluctuar la libra egipcia. La consecuente devaluación hizo que los precios, incluso de los productos básicos, se dispararan.
Mohammed Shaikhibrahim, euronews:
“¿Cree que la economía egipcia será capaz de cumplir las condiciones impuestas por el FMI?”
Richard Banks, Euromoney:
“Egipto tiene profundos problemas estructurales. Todo su sistema de subsidios no se adapta a lo que tendría que hacer. Se subvencionan productos y no personas. Lo que se necesita es dar dinero a los pobres, que estos tengan un mínimo y puedan sobrevivir, tener una educación y un buen sistema de salud. No se puede dar subsidios a la gasolina o al pan, se tiene que ayudar a la gente”.
El paquete de ayuda del FMI conlleva una serie de reformas como la subida de impuestos y la reducción de las ayudas estatales. Unas medidas que según algunos analistas pueden llevar a un punto de no retorno en la disminución del nivel de vida de los sectores más pobres de la sociedad.
Mohammed Shaikhibrahim, Euronews, Cairo:
“¿El pueblo saldrá a la calle a protestar?
Richard Banks, Euromoney:
“Ese es el problema. ¿Cuánto puede aguantar la gente? El problema es que la gente está acostumbrada a pagar unos precios por debajo del valor real. Lo que compras en este país con una libra egipcia no cuesta una libra, cuesta dos o incluso más. El sistema tiene que cambiar y creo que todo el mundo es consciente de ello. El problema está en cómo hacerlo sin que la gente pase hambre. Se trata de gestionar el tipo de cambio y es verdad que existe el riesgo de que si no se gestiona bien haya otra revolución. Pero como dije antes, puede haber una revolución cada día y el problema seguirá sin resolverse”.