El gobierno cubano prevé captar 9.500 millones de dólares en capital extranjero para una cartera de cuatrocientos proyectos en diferentes sectores. El plan se presentó durante la Feria Internacional de la Habana, en que el ministerio de Comercio Exterior cifró en dos mil millones la inversión necesaria anual para el país. Siempre que el embargo estadounidense se levante simultáneamente.
“Es conocido que Hillary Clinton se ha comprometido pública y privadamente a levantar el embargo”, recuerda desde La Habana el presidente de una coalición estadounidense para su supresión, James Williams. “No creo que cambie nada de lo que ha hecho Obama, si no que lo ampliará. Y, si Trump es presidente, ¡quién sabe! Está diciendo de todo sobre el tema cubano. El año pasado, estaba de acuerdo con la apertura. Y, después, sus números empezaron a ir mal en Florida y dio marcha atrás. Pero creo que es muy improbable”.
La feria de la Habana reunió esta semana a 4.500 empresas de 75 países. Una cifra en progresión repecto a años anteriores. En esta ocasión, también participaron 24 compañías estadounidenses.
“Hemos hecho muchos progresos en las relaciones Estados Unidos-Cuba y, por nuestra parte, seguimos defendiendo que el proceso es irreversible sea presidene Clinton o Trump”, afirma la presidenta del comité Estados Unidos-Cuba dentro de la Cámara de Comercio estadounidense, Jodi Hanson. “Sabemos que la comunidad de negocios mantendrá sus esfuerzos para levantar las sanciones”.
Cuba y Estados Unidos restablecieron relaciones diplomáticas el año pasado, después de que a finales de 2014 los presidentes Barack Obama y Raúl Castro anunciaron que reemprendían los contactos. El embargo estadounidense sobre Cuba pesa desde 1960. Una decena de empresas de este país han empezado a operar en la isla desde el deshielo.
Pero se mantiene la prohibición para la mayoría y, por otro lado, la burocracia estatal cubana es muy lenta. En este contexto, el republicano Donald Trump prometió el miércoles pasado en Miami, donde se concentra el exilio cubano más anticastrista, cancelar los acuerdos a los que ha llegado Obama.