Euronews:
El tiempo se agota para los dos principales candidatos a la Casa Blanca. Para hablarnos de la última hora sobre las presidenciales estadounidenses estamos con Stefan Grobe desde Washington. Stefan, ¿cómo está la situación?
Stefan Grobe:
“Mark, una semana en política puede hacerse muy larga. Recuerda la semana pasada, cuando hablábamos de la posibilidad de que Hillary Clinton ganara en Texas y Georgia. Ahora tenemos otro escenario, pero no muy distinto, debido a las cifras reales, no las encuestas. El voto anticipado ha comenzado en muchos estados y sabemos cuántos demócratas y republicanos han depositado su papeleta. En comparación con 2012 a estas alturas, las cifras son muy buenas para Clinton en Colorado y Carolina del Norte y razonablemente favorables en Florida. Si gana en estos tres estados, será presidenta. Por otro lado, Trump está sacando partido del asunto de los correos electrónicos y las diferencias se han estrechado”.
Euronews:
¿Dónde centran sus recursos los candidatos en esta última semana?
Stefan Grobe:
‘‘El foco se ha trasladado a los estados tradicionalmente demócratas, especialmente en los del norte, Pensilvania, Wisconsin y Michigan. Son estados que Donald Trump tiene en el punto de mira para forjar el camino hacia la victoria. Se está dirigiendo a la clase obrera como alguien capaz de colmar sus frustración económica. Es algo que le puede funcionar o no. La campaña de Clinton, por su parte, está siguiendo a Trump en esos estados con publicidad en el norte, y también en Colorado y Virginia, lo que podría indicar que Clinton está nerviosa y quiere defender sus logros en lugar de lograr votantes en estados tradicionalmente rojos como Texas y Georgia”.
Euronews:
Has estado hablando esta semana de lagunas en el seguimiento de votantes sobre el terreno por parte de Trump. ¿Cómo puede sacar partido de ello Clinton?
Stefan Grobe:
“Hacer un seguimiento sobre el terreno significa tener a militantes en zonas delimitadas que conozcan muy bien a sus electores, con información muy precisa sobre sus ingresos, su estatus, sus hábitos de consumo, etcétera. No es un seguimiento al azar, se trata de hacer que los electores que están inscritos en las listas pero que no participan de forma habitual en elecciones, vayan a votar. La campaña de Clinton lleva a cabo ese trabajo en estados en disputa, como Florida, donde tienen a cientos de encuestadores hispanohablantes a pie de calle para hacer que los ciudadanos con tendencias demócratas que no suelen acudir a las urnas lo hagan. Ello podría ayudar mucho a Clinton en Florida y en otros estados”.
