El fin del bloqueo institucional en España está cerca tras más de trescientos días con un gobierno interino y a escasos días de que venza el ultimátum institucional que hubiera abocado en unos terceros comicios en menos de 12 meses. El rey Felipe VI ha propuesto al líder del conservador Partido Popular la formación de un Ejecutivo. La diferencia ahora, tras dos investiduras fallidas, es que Mariano Rajoy cuenta con la abstención de los socialistas.
Mariano Rajoy es consciente de “las dificultades que conllevará gobernar en minoría” pues la abstención de los socialistas no implica un acuerdo entre ambas formaciones. “Se trata de una decisión adoptada por el Partido Socialista para abstenerse y poder facilitar así la formación de un Gobierno en España”, precisó Rajoy durante una rueda de prensa en la que prometió trabajar cada día por un Gobierno “capaz, estable y duradero”, tras una etapa “sin precedentes” en la historia española.
A sabienda de que se está jugando su futuro a la izquierda, el Partido Socialista ha dejado claro que pese a abstenerse, “en ningún caso” dará estabilidad parlamentaria al PP. El encargado de dirigir al socialista PSOE, Javier Fernández, tras la dimisión de su secretario general, Pedro Sánchez, indicó que no apoyará los presupuestos del próximo año. El partido ha quedado dividido en dos corrientes tras el cambio de posición que abre de nuevo las puertas de la Moncloa a Rajoy.
Por un lado, aquellos que apoyan la resolución del Comité Federal del 23 de octubre y que fija la posición política del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso ante el proceso de investidura. El Comité Federal propone votar no en la primera votación para mostrar el rechazo del grupo a las políticas del PP y abstenerse en la segunda votación para desbloquear la situación institucional.
Por otro lado, aquellos que piensan que permitir la investidura de Rajoy y favorecer un Gobierno del PP supondrá lastrar el futuro del PSOE como alternativa a la derecha y condicionar la capacidad del Partido Socialista para competir con éxito en el futuro. Ese grupo mantiene el voto negativo de los socialistas en una hipotética investidura de Mariano Rajoy.
Contra quienes se aparten del mandato de la abstención en bloque, empezando por los socialistas catalanes del PSC, habrá medidas de castigo aún no precisadas por la ejecutiva interina porque confía en llegar a un acuerdo con los insurrectos para que no desobedezcan el mandato del comité federal.
