Se libra una de las batallas más ambiciosas de los últimos tiempos en la historia de este planeta: La batalla de Mosul.
Se trata de un ataque masivo para rescatar esa ciudad que ha estado sumida en las garras de 8 mil terroristas. Todo el mundo está volteando hacia Irak. Si logran derrotar a los terroristas, la historia va a cambiar. Va a cambiar en Siria incluso. La decisión comenzó hace unos días, este 17 de octubre para erradicar la muerte y el terror.
Son historias conmovedoras de los que todavía creen con inocencia en la patria, en la unión, en la fraternidad, en que uno puede tener un país en paz, sin gente mala, sin gente con intereses.
Así van miles. Soldados del Ejército de Irak, unidos con milicias tribales chiíes, suníes, peshmergas kurdos, la policía de Irak y fuerzas especiales, se calcula 35 mil. Miles de jóvenes que van con alegría incluso, al saber que pueden regresar la paz a su país. Antes de atacar, algunos escuchan música, chatean con la familia, desayunan y parten a lo desconocido.
Hacia los alrededores de Mosul. Ahí está el centro de la batalla, ahí está el motivo para vivir. Finalmente, lo que de verdad vale, no son las declaraciones de los mandatarios en salones presidenciales de lujo o la reunión de ministros en París (capital de Francia), o en Washington (EE.UU.) o el Kremlin (Rusia), lo más valioso es la vida humana que se entrega en el campo de batalla.
Son seres humanos, jovencitos de 25 años, con sus sueños, con derecho a soñar. Van 5 días de esta aventura por la vida. Ante unos terroristas que sorprenden con su oscuridad, que se han robado decenas de familias para usarlas como escudo humano y que además contestan con tecnología: drones.
La batalla se está poniendo al rojo vivo. Mientras las fuerzas de rescate avanzan hacia Mosul, los terroristas planean cómo vengarse, y ya lo hicieron, hace unas horas atacaron una ciudad que vale muchísimo para Irak: Kirkuk, la ciudad del petróleo. Se apoderaron de un hotel y a bombazo limpio mataron a 39 inocentes.
Si Mosul es rescatada es un doble golpe a los terroristas. Logístico, y sobre todo moral. Su retorcida fe que une a miles de milicianos en el mundo podría cambiar, sobre todo su liderazgo interno y su organización internacional, la más importante: Siria.
La batalla por Mosul es un capítulo que se está construyendo y que si culmina de acuerdo al interés de paz, quedará como una escena imprescindible para entender la historia universal.
En Mosul hay 700 mil personas, muchos en Mosul sueñan y desean lo que le pasó a la ciudad norteña siria de Manbiy, el 13 de agosto pasado cuando fue liberada de los terroristas; en esa fecha los habitantes de esa ciudad siria al ver cómo salía el último terrorista de la ciudad, estallaron de alegría, los hombres se cortaron la barba y las mujeres se soltaron el cabello.
La muerte, el terrorismo y la sangre se fueron. La luz de la libertad y la paz regresó. Era una ciudad pequeña. Hoy quieren lo mismo en Mosul, que se convirtió en el centro de operaciones donde terroristas dirigen incluso misiones internacionales. La batalla por Mosul, silencios y metrallas.
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