Ataques en el norte de la ciudad iraquí de Mosul contra posiciones del Dáesh. Son imágenes de la última arremetida llevada a cabo por el Ejército iraquí en el marco de la ofensiva lanzada el pasado lunes para liberar la ciudad, que cayó a manos de los yihadistas en 2014, siendo en la actualidad su último bastión en el país.
Los avances coinciden con la visita del secretario de Defensa estadounidense, Ashton Carter, en Bagdad para reunirse con el primer ministro Haider al Abadi y evaluar la acometida, respaldada por la coalición internacional.
Mientras tanto, los soldados estadounidenses han tenido que utilizar máscaras en la base de Qayyarah, centro logístico clave, debido a los humos tóxicos de una planta de azufre que se incendió durante la lucha contra los yihadistas.
Ante el avance de las tropas iraquíes el Dáesh ha matado a más de 280 hombres y niños.
Por su parte, los peshmerga kurdos han atacado el asentamiento de Imam Rida, a 30 kilómetros al sureste de Mosul. Los combatientes portaban banderas del Dáesh mientras celebraban la liberación de las localidades de Bartella y de Qaraqosh, esta última conocida como la “capital cristiana” de Irak.