El Ejército sirio fue el responsable del ataque químico ocurrido en la localidad de Qmenas, en la provincia noroccidental de Idlib, el 15 de marzo de 2015. Así lo señala el cuarto informe de una investigación de 13 meses elaborado por expertos internacionales y entregado al Consejo de Seguridad de la ONU.
En el tercer documento, publicado a finales de agosto, la comisión de investigación concluyó que unos helicópteros militares sirios esparcieron gas de cloro en al menos dos localidades de Idlib: en Talmenes en 2014; y Sarmin al año siguiente. Además acusó al Dáesh de utilizar gas mostaza en Marea, en la gobernación de Alepo, en 2015. La comisión ha estudiado en total nueve presuntos ataques químicos ocurridos entre esos dos años.
Mientras tanto, en Alepo, no se ha podido llevar a cabo la evacuación de heridos prevista por la ONU ante la falta de seguridad. En la zona este, asediada por los rebeldes, solo quedan siete hospitales y 35 médicos.