El Consejo Europeo celebrado en Bruselas, el primero para la primera ministra británica, Theresa May, se limita a dejar la puerta abierta a “medidas restrictivas adicionales” si las atrocidades en Alepo continúan. Una posibilidad para la que no se han fijado plazos.
“Los dirigentes han destacado todo tipo de actividades rusas, de violaciones del espacio aéreo, campañas de desinformación, ataques cibernéticos, interferencia en los procesos políticos en la Unión Europea y más. Herramientas híbridas en los Balcanes, los avances de la investigación del MH17… Con estos ejemplos está claro que la estrategia de Rusia es debilitar a la Unión”, declaraba el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
Los líderes europeos también han analizado el papel jugado por Rusia en el este de Ucrania. “A mi parecer no hay espacio para sanciones adicionales, para eso se necesita unanimidad. Tampoco hay lugar para el levantamiento de las sanciones, algo que me parece correcto porque mientras no se aplique totalmente el acuerdo de Minsk no debemos levantar las sanciones”, aseguraba el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz.
En lo que no hay fisuras es en pedir más esfuerzos para frenar la inmigración irregular y mejorar el número de devoluciones a los países de origen.
Otro de los temas que más ha ocupado a los 28 es el tratado de libre comercio con Canadá al que únicamente se opone la región francófona belga de Valonia.
“Según los comunicados de prensa de la Unión, los Estados miembros están dispuestos a dar nuevas garantías a Valonia para que la región belga acepte el acuerdo comercial entre Europa y Canadá. Las conversaciones son a nivel de embajadores, si hay un acuerdo, los jefes de Estado y de Gobierno lo aprobarán este viernes”, concluye nuestro corresponsal en Bruselas, Sandor Zsiros.