La Agencia Espacial Europea no sabe si el módulo Schiaparelli sobrevivió puesto que el aterrizaje falló en la última fase del descenso. Desde el Centro de control de operaciones en Darmstadt, Alemania, esperan esclarecer lo que pasó pero necesitan tiempo para analizar los datos recibidos.
Andrea Accommazzo, director de la división de misiones solares y planetarias de la ESA, aseguró que el despliegue del paracaídas funcionó como esperaban, hasta un cierto momento, así como la separación del escudo térmico que protegía a la cápsula durante su entrada en la atmósfera marciana. “Hemos recolectado datos del sistema que no cuadran con nuestras expectativas, ver la imagen completa de la secuencia de descenso nos llevará aún tiempo”, puntualizó.
Si fue un éxito la compleja maniobra de inserción en la órbita de Marte de la segunda parte de la misión ExoMars2016, la sonda orbitadora TGO, que estudiará los gases traza de la atmósfera.
“Los datos que obtuvimos de la sonda TGO son los esperados así que podemos decir que la segunda misión de esta fase del proyecto, su puesta en órbita alrededor de Marte ha sido un éxito trece años después de Mars Express”, ha explicado Andrea Acommazzo.
La ESA mantiene sus planes para mandar el rover en 2020. Se trata de un vehículo robótico que explorará la superficie marciana, la otra fase del proyecto ExoMars para buscar vida de tipo bacteriano en la superficie de Marte.