Detrás de la Razón - El secuestro más grande del mundo

2016-10-10 36

Es imposible creer que 2 millones de personas vivan secuestradas, aisladas del mundo.

Es imposible creer que estén atrapadas, que no puedan ir ni venir, ni salir ni entrar, ni ver el mundo. Si se lo contase a un adolescente que aún no haya estudiado historia del mundo ni la actualidad mundial, me diría que se trata de una película de terror.

Más cuando le contara que estas personas están atrapadas en su propio país, por una mano invasora, y que el encierro incluye, por tierra, miles de metros de vallas metálicas, alambres de púas y si se logra saltar el cerco, bala mortal inmediata de los soldados. Por aire, es lo mismo, drones volando y vigilando las 24 horas, y la prohibición de volar o aterrizar cualquier aeronave.

Por mar igual, nadie puede salir ni entrar en lancha, barco o a nada valiente. Nadie puede escapar. Este es el secuestro que régimen de Israel impone a los palestinos que viven en la Franja de Gaza. Y que muchos intelectuales, universitarios, premios Nobel, activistas, políticos, repudian. Precisamente, 13 mujeres de este tipo, en un acto demasiado valiente, se subieron a un barco, y zarparon desde Barcelona hasta la Franja de Gaza.

Un viaje para entrar a Gaza y decirles a los palestinos que son libres, y decirle al mundo que hay que derrotar al secuestrador que se llama Israel. Decirle al mundo que Gaza está muriendo y que todos los ciudadanos del mundo debemos unirnos para salvar a esas 2 millones de personas. Las mujeres navegaron hasta el Mediterráneo, pero cuando se acercaban hacia Palestina, en aguas internacionales fueron capturadas.

El régimen de Israel, violando el derecho internacional, en aguas que pertenecen al mundo, interceptó al barco que además traía bandera de Holanda. Las mujeres activistas fueron detenidas y llevadas por la marina israelí a un puerto de los territorios ocupados.

Las mujeres días después fueron deportadas como criminales a sus países. Entre ellas se encuentran la norirlandesa Mairead Maguire, Premio Nobel de la Paz, y la fotógrafa española Sandra Barrilaro. Otras tripulantes son la excoronel del Ejército de Estados Unidos Ann Wright y la diputada argelina Samira Douaifia.

"El bloqueo criminal (israelí a la Franja) tiene que acabar. No puede ser que dos millones de personas vivan en esas condiciones. Es una vergüenza para la humanidad que a nivel de Estado y de Gobierno no se haga nada", dijo Barrilaro.

En el barco las mujeres no llevaban armas ni explosivos, solo la intención espiritual de decirles a los habitantes de la Franja de Gaza que el mundo no se olvida de ellos. ¿Por qué tienen que ser sujetos y organizaciones aisladas las que denuncien esto, ¿por qué ningún Gobierno del mundo hace algo real y eficaz para detener a régimen de Tel Aviv? ¿Por qué nadie bloquea a Israel, interviene militarmente, lo castiga severamente, comercialmente, económicamente?, ¿por qué la inacción real de absolutamente todos los países del mundo, le ha dado el poder a régimen de Israel de hacer lo que quiera con 2 millones de seres humanos?

Más aún, viven en las peores condiciones porque cada dos o tres años, Israel hace una masacre dentro, como si tratara de fumigar una plaga de ratones les llueve fuego del cielo. En 2014, la memoria hace un hoyo en la vergüenza de la humanidad. Israel con su fuerza aérea, misiles, drones, sin ensuciarse las manos, -no había necesidad porque los palestinos están encerrados, y no pueden correr a ningún lado- mató a 2000 personas, dejó en las calles 10000 heridos, derribó escuelas, centros hospitalarios y miles de viviendas.

La Franja de Gaza está dejando de palpitar. Hoy el desempleo es el peor del mundo casi la mitad de la población, sin trabajo. Y bajo la complicidad de Egipto y la destrucción de túneles, miles esperan salir para poder ser atendidos médicamente. Gaza, el nombre de la muerte, esta noche en 'Detrás de la Razón'. Detrás de la Razón pregunta, los analistas contestan y usted en su casa concluye. La realidad, hace lo que quiere, y nosotros volveremos a preguntar. Lo importante es detectar las aristas que no nos dicen.