Una enésima tentativa para relanzar la vía diplomática sobre el conflicto sirio tiene lugar en Moscú. La lidera Francia con su propuesta de resolución en la ONU para lograr un alto el fuego en Alepo. El ministro ruso de Asuntos Exteriores se ha mostrado cooperativo pero no ha transigido en su demanda de siempre: que se separe a la oposición moderada respaldad por Occidente de los yihadistas del Frente de la Conquista del Levante (antiguo Frente al Nusra).
“Sentimos que nuestros colegas estadounidenses hayan anunciado la suspensión de nuestro trabajo conjunto en Siria. Una decisión que no incluye otras negociaciones multilaterales con las que deseamos continuar”, ha dicho Sergei Lavrov.
El ministro francés de Exteriores ha puesto el acento en las consecuencias de la escalada de la violencia en Siria: “los bombardeos generan un resentimiento que alimenta las filas de los yihadistas, los terroristas de mañana, así que es necesario parar las masacres y, también, la espiral militar que refuerza el terrorismo”, ha dicho Jean-Marc Ayrault que como muchos otros diplomáticos cree que la lógica de la guerra en Siria ha alcanzado sus límites.
La incapacidad de la ONU para alcanzar una posición común para poner fin al conflicto añade más escepticismo sobre el relanzamiento de la vía diplomática.