El avión de pasajeros MH17 que se estrelló en Ucrania en 2014 fue derribado por un misil Buk de procedencia rusa. Es la conclusión del informe elaborado por el equipo internacional de investigadores que hoy se ha presentado en Holanda. Según ese documento, el proyectil fue disparado desde el terrtorio controlado por los rebeldes prorrusos, en el este de Ucrania.
“Hemos leído montones de información en los medios durante los últimos 26 meses”, explicaba Silene Fredriksz, madre de una de las víctimas. “Y lo que pensábamos que había ocurrido ha sido confirmado ahora”.
El ataque acabó con la vida de 298 personas. La mayor parte de los pasajeros eran holandeses, la fiscalí del Estado se prepara ahora para llevar el caso a los tribunales.
“Las familias querían saber quiénes fueron los responsables. Y eso aún no está claro”, dice Elmar Giemulla, el abogado que les representa. “Así que si el misil fue trasladado de Rusia a Ucrania en sólo un día, alguien debió de tomar esa decisión. Y no creo que fuera un simple soldado”.
Hasta ahora, Rusia había sostenido que el responsable del ataque fue un avión no identificado. Y apuntaba al ejército ucraniano. Sin embargo, el informe internacional desmonta esa hipótesis. Y además, basándose en unas escuchas telefónicas, añade que la lanzadera utilizada regresó a Rusia poco después de derribar el avión.
Rueda de prensa completa del equipo internacional de investigadores