El trabajo de Robert Plomin requiere grandes dosis de paciencia. Este experto en genética de la conducta, adscrito al Instituto de Psiquiatría de Londres, se ha propuesto desentrañar la naturaleza de la inteligencia. En sus investigaciones observa el desarrollo y crecimiento de millares de niños. Les pregunta, por ejemplo, "¿Qué tienen en común el agua y la leche?" o "¿En qué dirección se pone el Sol?". Al principio, eran encuestados en persona o por teléfono. En la actualidad, muchos de esos niños son preadolescentes; las pruebas se realizan a través de Internet.
La prueba ha arrojado resultados esperanzadores. Todos los niños encuestados son gemelos. Las puntuaciones de gemelos idénticos (univitelinos) muestran menor discrepancia que las de gemelos no idénticos (mellizos) y éstas, a su vez, difieren menos que las de los niños sin parentesco. Sumados a otros resultados similares, procedentes de diversos estudios, nos indican que los genes poseen una influencia notoria sobre la puntuación de los niños en los tests de inteligencia.