Salah Abdeslam, el único implicado conocido en los atentados de París que sigue con vida, fue trasladado este jueves en un convoy de alta seguridad desde la prisión hasta el Palacio de Justicia de la capital francesa para ser interrogado. Y una vez más, Abdeslam se ha negado a declarar, como explicó su abogado, Franck Berton, al término del interrogatorio.
“Se ha acogido a su derecho a no declarar durante el interrogatorio que duró una hora y media. Así que por tercera vez se ha mantenido en silencio ante las preguntas del juez. No tengo nada más que decirles salvo que el juez sigue con la instrucción y con los interrogatorios, tanto si responde como si no. Pero, por el momento, no desea hablar”.
Los investigadores consideran que el testimonio de Salah Abdeslam podría aportar informaciones cruciales sobre cómo se prepararon los atentados del 13 de noviembre, puesto que parece probado que fue él quien se encargó de la logística de la operación.
Durante cuatro meses fue el fugitivo más buscado de Europa hasta su detención en Bruselas el 18 de marzo. Un mes después, la Justicia belga lo entregó a Francia. Desde entonces, Abdeslam permanece en una celda de aislamiento y vigilado 24 horas al día por varias cámaras, como único imputado en una matanza que costó la vida a 130 personas.
