Una mala situación económica, la violencia, el terrorismo, entre un sinfín de factores, son algunas de las causas de la emigración.
Para muchos centroamericanos, entre ellos salvadoreños, esta es la única solución, sin importar los riesgos que conlleve. Su destino, Estados Unidos, es una ilusión que persiguen con el objetivo de reunirse con sus familias o simplemente ayudar a las familias que han dejado atrás.
Emigrar es la única opción para cientos de salvadoreños que huyen diariamente del país por la difícil situación económica y la violencia sin control. Poco importan los riesgos en la travesía rumbo a Estados Unidos, en sus mentes está nada más la ilusión de llegar al norte ya sea para reunificarse con sus familiares o contribuir al sostén de la familia que han dejado atrás.
Datos que se desprenden del Anuario de migración y remesas. México 2016 dan cuenta que las deportaciones han crecido notablemente en los últimos años. Según esta fuente, durante el 2015 fueron retornados desde México y Estados Unidos por no poseer documentos migratorios adecuados, no menos de 120 salvadoreños diariamente. La mayoría de estos son jóvenes y no tardan en buscar nuevamente el camino al norte, pero hay quienes deciden quedarse para rehacer su vida en el país que les vio nacer, algo nada fácil.
Los retornados tampoco tienen condiciones para emplearse ya que el país carece de un mercado laboral amplio y con trabajos adecuados. Esos obstáculos motivaron la creación de “Renaceres” una organización que ha logrado establecer redes comunicativas entre esta población a fin de encontrar no solo un empleo, sino también un apoyo moral.
Aunque avalan el esfuerzo del Gobierno, las organizaciones de deportados consideran que es insuficiente y tardío. Creen que es necesario un mayor interés hacia la migración de retorno dadas las implicaciones sociales y económicas que existen sobre las comunidades de origen.
Las medidas de control migratorio aplicadas por México y Estados Unidos se han vuelto más restrictivas, con lo que se prevé al menos la misma tendencia en el número de salvadoreños deportados. Este contexto plantea la necesidad de elaborar estrategias y acciones de mediano y largo para la atención de esta población.
Vladimir Chamorro, El Salvador.