La marihuana continuará siendo ilegal en Estados Unidos, incluso para su uso medicinal. Así lo ha señalado este jueves la DEA, la agencia antidrogas estadounidense que la mantiene en la lista de drogas más peligrosas, junto a otras como la heroína o el éxtasis, aunque, esos sí, flexibiliza la normativa referente a su investigación y cultivo con fines científicos.
Una decisión no exenta de polémica ya que implica un conflicto con muchos estados del país que han ido autorizando el acceso al cannabis con propósitos medicinales. E incluso algunos han ido más allá. En California los electores deberán pronunciarse en noviembre sobre la legalización de la marihuana para su uso recreativo después de que una proposición de ley recabara más de trescientas sesenta y cinco mil firmas para ser sometida a voto.