El Gobierno hondureño desde hace más de 4 años viene haciendo una depuración en la Policía Nacional, debido a la implicación de los uniformados en hechos delictivos, narcotráfico, delincuencia común; y funcionan hasta de seguridad de los narcotraficantes.
Durante estos 4 años no se ha avanzado casi nada en la depuración policial según diferentes conocedores del tema. Más allá de cambios de uniformes, separaciones y limpiezas, nada ha funcionado y la corrupción de la policía continúa.
El nuevo escándalo en mayo que ha causado el análisis del cierre de la Policía se debió a que más de dos jefes de la Policía Nacional servían como seguridad y facilitadores en el tráfico de drogas para narcos hondureños y extranjeros. Además que ordenaron el asesinato de varios reconocidos personajes del país.