El presidente que sacó de la pobreza a 26 millones de brasileños tendrá que sentarse en el banquillo. Un tribunal ha aceptado la denuncia contra Lula de Silva por haber intentado comprar el silencio de uno de los imputados por el caso Petrobras.
La acusaciones se refieren al intento de evitar que el exdirector de la petrolera estatal Nestor Cerveró delatara a los miembros de la corruptela.
El proceso ha sido posible gracias a la declaración de un exsenador, también imputado, del Partido de los Trabajadores que aseguró que Lula le encargó pagar más de 60.000 euros para el soborno.
Las actuaciones al margen de la ley en Petrobras tambien fueron parte fundamental del proceso que expulsó del poder a Dilma Rousseff.
