Un gobierno para el brexit esa es la etiqueta que le ha puesto a su gabinete la primera ministra Theresa May y bajo la que encontramos a Boris Johnson.
Quien llevó a los partidarios del brexit a la victoria y renunció a postularse como primer ministro renace espectacularmente cuando parecía que estaba quemado convertido en ministro de Exteriores.
Alcalde de Londres durante ocho años, sin experiencia ministerial dirigirá la salida del Reino Unido de la Gran Bretaña de la Unión Europea así como acuerdos bilaterales con multitud de paises. Entre ellos Estados Unidos como subrayó Obama diciendo que Londres debería ponerse a la cola. Johnson le respondió tachándole de medio keniano y de tener “un ancestral rechazo al imperio británico”.
Cuando le preguntaron si tenía varias personas a las que pedir disculpas, entre ellas el presidente Obama, Jonson respondió: “Bueno, como he dicho, los Estados Unidos de América serán los primeros de la cola.”
El mundo diplomático se prepara para el desembarco del inimitable Boris, un hooligan del antieuropeismo. Sin embargo Bruselas sabe ya de sobra lo que le toca con David Davis, un recalcitrante defensor del brexit más discreto en las formas pero igual de sólido en el fondo y que ahora será negociador jefe de los términos de la salida del Reino Unido.
Davis es un eurosceptico convencido, miembro de la vieja guardia del Partido Conservador que menospreció a Bruselas diciendo que habría que llamar a Berlín una vez votado el brexit. Rechazó el modelo suizo y noruego para el Reino Unido. Sostiene contra toda evidencia que la U.E. se plegará a un acuerdo sin fronteras aduaneras para el Reino Unido.
Theresa May ha confiado el ministerio de Finanzas a Philip Hammond, tan euroescéptico como ella y que se mantuvo fiel a David Cameron a favor de seguir en la U.E. pero sin comprometerse a fondo en la campaña del referéndum. Su reto es al día de hoy estabilizar la economía británica y evitar una recesión.
Hammond, asegura: “Gran Bretaña está abierto a los negocios, no estamos dando la espalda al mundo, estamos decididos a mantener nuestra posición de cara al exterior y estamos decididos a mantener la prosperidad de nuestro pueblo y a seguir aumentando nuestra economía y creando de puestos de trabajo en el futuro. “
Desde 2010 ha sido sucesivamente ministro de Transportes, de Defensa, de Asuntos Exteriores y ahora, número dos del gobierno. Supervisará los nuevos acuerdos que Londres firmará con otros países cuando se haya ido de la Unión Europea.