Gracias al testimonio de un arrepentido que formaba parte de la banda, la policía ha emitido órdenes de arresto contra 25 eritreos, 12 etíopes y un italiano.
Se cree que la organización se encargaba de gestionar el flujo migratorio desde el norte de África al sur de Italia, donde facilitaban peticiones falsas de reagrupación familiar a los inmigrantes.
“Lógicamente este sistema es mucho más caro porque es mucho más seguro que el tráfico habitual en barco. El precio oscilaba entre 10.000 y 15.000 dólares por operación”, explica el fiscal de Palermo, Franco Lo Voi.
Según la declaración del arrepentido, los inmigrantes que no lograban pagar su viaje eran asesinados y sus cadáveres vendidos en el mercado negro de tráfico de órganos.
La presunta sede de la red criminal ha sido localizada en una perfumería de Roma donde el pasado mes de junio la policía se incautó de más de medio millón de euros. Parte de este dinero procedería del tráfico de drogas.