Ciutadella (Menorca) 24 jun (EFE).- 185 caballos, seis toneladas de avellanas, decenas de miles de visitantes y un dispositivo de seguridad formado por alrededor de 400 personas. Las cifras son apabullantes, pero las fiestas de Sant Joan de Ciutadella, unas de las más populares de Baleares, bien lo merecen.
Se trata de uno de los acontecimientos más esperados del año, tanto por los "ciutadellencs" como por todos aquellos que llegan a la isla, especialmente desde Cataluña y Mallorca, para disfrutar de dos intensas jornadas.
Las fiestas de Ciutadella cautivan y muchos repiten año tras año para celebrar la noche mágica de un modo diferente. De hecho, alrededor de 30.000 mallorquines han llegado a Menorca solo por vía marítima. Muchos otros visitantes procedentes de otros puntos de España lo han hecho en avión.
Sant Joan se celebra en Ciutadella desde principios del siglo XIV y, desde entonces, se ha mantenido la fiesta intentando conservar al máximo la tradición.
Actualmente, las fiestas de Ciutadella están más vivas que nunca y son el orgullo de Menorca. Prueba de ello es la emoción con la que se vivió el primer "toc de fabiol" (toque de flauta) ayer a las 14.00 horas.
El "fabioler", Sebastià Salord, se dirigió a la casa del "caixer senyor" (jinete noble), Llorenç de Salord, con el fin de pedir permiso para comenzar el "replec", que consiste en la recogida de todos los jinetes que integran la comitiva.
La exaltación popular se dejó sentir cuando el flautista hizo sonar la tonadilla que inaugura oficialmente las fiestas.
Alrededor de las 18.00 horas dio comienzo el multitudinario "Caragol des Born", exhibición de los caballos en el espacio principal de las fiestas para el que también se estableció un control de acceso. Fue entonces cuando el "caixer senyor" entró al galope en la plaza para dar inicio a la fiesta ecuestre.
Posteriormente, los jinetes se dirigierom a la ermita de Sant Joan de Missa, a ocho kilómetros del casco antiguo de Ciutadella, donde se celebraron las tradicionales completas en honor a San Juan Bautista.
Mientras tanto, en Sa Contramurada, miles de personas participaron en la guerra de las avellanas, un acto de carácter lúdico en el que unos y otros se lanzan puñados de cáscaras de avellanas.
Hacia las 22.00 horas los caballos volvieron a ser protagonistas con los "caragols" en Ses Voltes y Santa Clara.
IMÁGENES DE LAS FIESTAS DE SANT JOAN EN CIUTADELLA.
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