La Fiscalía ha confirmado que durante la noche se han llevado a cabo unos cuarenta registros, la mayoría en la región de Bruselas (localidades de Molenbeek, Schaerbeek, Anderlecht, Koekelberg, Berchem-Sainte-Agathe, Evere, Forest, Watermael-Boisfort, Ganshoren y Bruselas) pero, también, en las regiones de Valonia (Fleurus, Tubize y Liège) y Flandes (Zaventem, Nivone, Wemmel). No se han hallado ni armas ni explosivos. La justicia va a decidir en unas horas si prolonga la detención de los sospechosos.
La policía seguía desde hacia días a varias personas. Una escucha telefónica sobre varios ataques inmimentes en Bruselas habría desatado la operación que, según las autoridades, no está relacionada con el hecho de que cuatro ministros del gobierno belga hayan tenido que ser puestos bajo vigilancia reforzada por amenazas.
Estas detenciones se producen después de que, en los últimos días, se filtrase a los medios una nota interna de la policía que alertaba a sus agentes del “riesgo inminente” de un atentado en el país.