La inteligencia de los chimpancés es bien conocida. Pueden aprender el lenguaje de los signos con un vocabulario aceptable, tienen capacidad simbólica, utilizan herramientas e incluso han demostrado ser superiores a nosotros en algunas habilidades de memoria matemática. Los primatólogos dicen que su capacidad mental es parecida a la de un niño de tres años. En un famoso experimento llamado el «cacahuete flotante», llevado a cabo por científicos del Instituto Max Plank de Alemania, niños de esa edad y monos podían obtener un premio si eran capaces de rescatar una nuez metida en una probeta, para lo que se les entregaba un vaso de agua. Animales y críos alcanzaron aciertos similares, pero los primeros se dedicaron a improvisar, mientras que los pequeños eran capaces de imitar a los que tenían más éxito.