La reforma laboral impulsada por el Gobierno francés ha hecho que el país se levante para luchar en contra y que por este motivo se esté viviendo una auténtica crisis nacional.
La polémica se viene viviendo desde los últimos cuatro meses durante los cuales la tensión entre los sindicatos y el Gobierno no ha dejado de aumentar.
El Ejecutivo teme ahora que su imagen exterior se vea afectada por las huelgas durante la celebración de la Eurocopa 2016. Además a todo esto hay que sumarle que los trabajadores ferroviarios llevan ya más de siete días consecutivos en huelga por el mismo motivo y también para demandar mejoras en sus puestos de trabajo.
De esta forma, el país galo se encuentra en un momento difícil al que se le suman las inundaciones de los últimos días y que tampoco están facilitando que la situación de seguridad mejore en el país.
Para Carmelo Jordá, periodista de Libertad Digital “es un momento político complejo pero es una reforma necesaria. No se puede mantener el entorno laboral del siglo XX en el XXI”.
Ricardo Palomo, profesor de Economía, cree que “esta reforma se estaba fraguando desde hace tiempo y es algo que incide en el estado de bienestar y en su mantenimiento”.
Según Carlos Sainz, especialista en Derecho Laboral “lo que se pretende es que los trabajadores sean molestos, inclusive, los sindicatos, para la negociación. La referencia del Gobierno francés es la reforma laboral española”.
Por su parte, José Antonio García Rubio, miembro del Consejo Político Federal de Izquierda Unida, afirma que “estas reformas no crean empleo joven y son la nueva línea de producción”.
