Rumanía no es una selección que practique un fútbol ofensivo y vistoso. No derrochan talento ni calidad, pero fueron una de las selecciones menos goleadas en la fase previa. Solo encajaron 2 goles porque tienen su gran punto fuerte en la defensa y en su potencial como equipo. Individualmente no destaca prácticamente por encima del resto, pero es un equipo muy difícil de batir. No han perdido ningún partido en la fase de preparación, cuentan con el mediapunta Stanciu, el mejor del equipo, y con Chiriches como líder en la defensa y Tatarusanu como arquero referencia.