Lo primero que verás al abrir Photoscape es su anillo de opciones. Aquí está todo lo que puedes hacer con el programa: desde el editor al visualizador, el selector de colores o incluso el capturador, que te sirve para guardar lo que aparezca en pantalla. Hacemos la primera parada en el visualizador. A la izquierda encontrarás el árbol de carpetas para moverte por tu disco duro y tus unidades externas. Elige una foto de la galería y haz doble clic para verla a pantalla completa, o pulsa en el botón para ver un pase de diapositivas. El editor tiene este aspecto, que no es precisamente tan completo como el de Photoshop, pero cumple para la mayoría de funciones. En cada pestañas hay diferentes para añadir marcos, ajustar niveles, tamaño y otros parámetros, añadir formas y objetos, recortar y llevar a cabo retoques básicos. Uno muy curioso sirve para quitar verrugas. "No te olvides de que bajo esta opción se encuentra el editor por lotes. Si tienes que modificar un montón de fotos a la vez, Photoscape lo hará aquí en cuestión de segundos. Para casos puntuales, las funciones de Página y Combinar son geniales: la primera genera una plantilla con tus fotos maquetadas, ideal para imprimir, y la segunda las junta y ordena para crear panorámicas que hayas tomado con tu cámara, por ejemplo. Nos vamos a detener finalmente en el creador de GIFs animados. Añadir los fotogramas y darles un tiempo a cada uno son los dos únicos pasos que has de seguir para estas imágenes ¿Los resultados? Aquí los tienes: desde un carrusel de fotos a un pequeño corto animado. ¡Tu imaginación manda! En definitiva, si no eres demasiado exigente retocando imágenes y quieres tener todas las herramientas en un único lugar, Photoscape será tu programa ideal, como lo ha sido también los millones de personas que han confiado en este editor todoterreno.