Detrás de la Razón - Terrorismo y Esclavitud: mujeres capturadas por Daesh

2016-05-24 29

Se quita el cinturón, la golpea y la obliga a repetir sus palabras de alabanza, le dice que su ideología extremista se lo permite, y que ella, por no creer en esa ideología, se lo merece. Acto seguido le quita la virginidad, violándola frente al público.

Este es un terrorista del grupo takfirí EIIL (Daesh, en árabe). Después de ser violada, ella se convierte en el cuerpo predilecto del grupo, es violada una y otra vez, y si se opone, golpiza o la muerte, pasa así, una y otra vez, siempre, por cada terrorista para que la viole y sacie su sed de chacal.

Esta es una de las peores escenas de depravación humana. Nadia Murad, una chica de la comunidad izadí, raptada en el norte de Irak. Ya lo ha contado, incluso frente a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cómo la violaron, cómo los terroristas les encantan violar y quitar la virginidad en grupo.

Llegaron a su pueblo, mataron a los hombres, jóvenes y adultos. Al día siguiente mataron a las mujeres viejas. En el tercer día a las niñas y jóvenes vírgenes las enjaularon y se las llevaron a Mosul, capital del terrorismo.

Las lágrimas son incontenibles, escuchar la voz de la inocencia ensuciada con la peor mente y cuerpo: Daesh. Este es el destino para miles de mujeres que son capturadas por los terroristas.

La ONU reporta que por lo menos 3500 mujeres han sido raptadas de esta forma en Irak. El diario británico The Guardian publica 5000 tan sólo para 2014.

La captura tiene un nombre y por lo menos dos objetivos. El nombre, esclavitud sexual. Los objetivos: 1. El placer del terrorista, porque la cloaca de su pensamiento establece que un combatiente debe estar bien comido y bien satisfecho. 2. El comercio, el negocio de la venta de vírgenes o esclavas sexuales.

El periódico inglés Ibtimes publica que fuentes kurdas declaran que incluso las viudas de los combatientes son ofrecidas a otros combatientes para motivarlos a que sigan luchando. 19 mujeres que se negaron fueron ejecutadas.

Y si no son esclavas sexuales dentro de la comunidad, entonces son vendidas. El comercio incluso tiene precio: se tiene registro de que en junio del año pasado, en Al-Mayadeen, en el este de Siria, cerca de Deir al-Zur, 42 mujeres fueron vendidas, hasta en 2000 dólares cada una.

Negocio o satisfacción bajo la bandera negra del Daesh, y bajo el poco compromiso de la ONU y las potencias del mundo que no han logrado frenar el sufrimiento de miles de víctimas de este otro negocio del terrorismo.

Detrás de la Razón trata en este capítulo este urgente tema para el mundo. A las diez treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres, seis de la tarde; México y Colombia, doce del día; Madrid, ocho de la noche.

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