La Comisión Europea ha propuesto este miércoles que los gobiernos de la Unión Europea que no quieran participar de un nuevo mecanismo de emergencia para repartir la carga de la acogida de refugiados en casos de crisis, puedan eludir esta responsabilidad a cambio de pagar 250.000 euros por cada uno de los refugiados que no acepte.