SOMOS ESE DOLOR
De tanto haber reído
aumentan más las lágrimas
que faltan por verter.
Nos duele este dolor
porque no toma en cuenta
nuestras debilidades.
Cuando pienso en hablarte
es ya tiempo pasado
y mi voz no te alcanza.
Corazón indomable:
Somos ese dolor
en un saco de lágrimas.
Medellín, febrero 1983.