501 es el nombre de uno de los Ejércitos más poderosos del ficticio Darth Vader, el rostro del mal.
Con esa cifra comenzamos nuestro programa, 501 es el artículo del Código Federal de los Impuestos de Estados Unidos (EE.UU.), en específico el apartado 501c, que habla de las asociaciones sin ánimos de lucro, exentas de impuestos y que pueden recibir donaciones, y que por ahí muchos expertos (v.g Open Secrets.org) señalan que la sombra del dinero vuela para esconderse, solaparse, y transformarse hacia su destino final: hacer de una persona, el presidente del país más poderoso del mundo.
A partir de ese 501, se han podido formar más de un millón de asociaciones que trafican con más de 250 mil millones de dólares de donaciones del pueblo estadounidense para muchas causas altruistas y de apoyo moral, una cortina perfecta para muchos que les gusta el dinero negro.
Pero lejos de lo escondido, lo preocupante es la gran cantidad de millones de dólares que mueven las próximas elecciones presidenciales de EE.UU.
Se prevé que al final lleguen al gasto astronómico de 6 mil millones de dólares. Lo que lleva a preguntar obligadamente, quién manda, la democracia o el dinero.
Según el Center for Responsive Politics, hasta el momento se han gastado más de mil millones de dólares en la campaña de guerra política que vemos.
Para darnos una idea, supera por miles de veces porcentuales a todo lo que se gastó España en campaña política en las elecciones generales del año pasado: de mil millones de dólares de EE.UU. a sólo 50 millones de España, así de grande es la diferencia de cómo trabaja la democracia en Estados Unidos, o cómo en nombre de la democracia se mueve el dinero.
Todo esto en medio de un complejo sistema de donaciones y apoyo financiero para las campañas. Las organizaciones PAC, Súper PACs, Comité de Acción Política (por sus siglas en inglés, Political Action Committe), que se mueven entre la fiscalización y la no revelación de fuentes.
En las PAC, donde se fiscalizan la proveniencia y la cantidad de dinero, podemos ver cosas desafortunadas, en la lista de las 20 empresas donadoras más fuertes, se encuentran Lockheed Martin y Boeing, las empresas militares fabricantes de armas más importantes del mundo.
Así, la precandidata presidencial, Hillary Clinton, es la que ha recibido más dinero de las PAC. Quien menos, Bernie Sanders. Y en las Super PAC´s el dinero no tiene límites.
¿Quién manda en las elecciones? ¿Quien tenga más preparación para gobernar EE.UU. o quien tenga más apoyo de millones de dólares?
Y si es el dinero el que manda, si el que tiene dinero es el que más probabilidades tiene de ganar, entonces, ¿qué es lo que hace el dinero?
¿Hace más guapos a los candidatos, más honestos, más buenos, más eficaces para gobernar un país?
La respuesta de muchos analistas es sí, porque los millones de dólares son para crear una imagen de película de cada candidato y crear campañas de desprestigio contra los otros, eso para empezar la guerra sucia, para continuar un bombardeo increíble de marketing increíble como para volver loca a una nación.
Elecciones de votos o de millones de dólares en "Detrás de la Razón", desde los estudios de Teherán, a las diez treinta; Londres, seis de la tarde, México y Colombia, doce del día; Madrid, ocho de la noche.