Acusaciones cruzadas entre las autoridades de Azerbaiyán y Armenia, en la que es la mayor escalada del conflicto desde el cese de las hostilidades, el 5 de abril.
Azerbaiyán ha acusado a las fuerzas separatistas armenias de Nagorno Karabaj de bombardear varias aldeas cercanas a dicho enclave, de violar el alto el fuego más de 117 veces y de utilizar bombas de racimo contra los civiles.
El ministro azerbaiyano de Defensa ha informado de que un bombardeo en Chemenli ha dejado un muerto, ocho heridos y medio centenar de casas destruidas.
Por su parte, el responsable de Defensa de la región separatista de Nagorno Karabaj, apoyada por Armenia, ha acusado a las fuerzas azerbaiyanas de bombardear la localidad de Madagis, aunque no hay que lamentar víctimas.
Tras tres días de intensos combates, a principios de mes, que costaron la vida a 150 personas en ambos bandos, se logró un alto el fuego, que Bakú y Ereván se acusan casi a diario de violar.