OCTAVO YO
Desciendo de las tribus
que poblaron el antiguo Albión;
José de Arimatea me sedujo
cuando su cayado floreció
como un espino blanco.
Habito entre brumas y aguerridos árboles
como amigo de las hadas y los goblins
que moran junto a los castillos,
protejiendo a los artesanos
que trabajan en las tierras bajas.
Abunda el metal en mi país,
donde se forjan armas y armaduras
con diseños y poderes mágicos;
existen allí piedras preciosas
junto a las minas de cobre, plata y oro,
con las cuales adorno la belleza
de sus jóvenes mujeres.
Me dedico a las virtudes y al valor
donde requieran mis servicios,
o haya sido raptada una doncella.
Los vecinos envidian las riquezas
del amplio y legendario Albión,
e invaden con frecuencia mis dominios
cuando fuerza y magia, reunidas,
les proporcionan negativa astucia.