Amnistía Internacional ha denunciado la expulsión forzosa a Siria de miles de refugiados en las últimas nueve semanas. Numerosos casos de tortura y malos tratos en los centros de detención para migrantes señalados por diferentes ONG ponen en duda el que Turquía sea considerado como país seguro para los refugiados.
“El Gobierno turco debe acabar con esta práctica inhumana de enviar de manera forzosa a individuos a una zona en guerra”, denuncia el director de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central, John Dalhuisen. La Unión Europea no debería deportar a sirios a Turquía cuando exista el riesgo de que este país los envíe a Siria.”
A principios de 2016, 11 ONG, entre ellas, Amnistía Internacional, Multeci-Der y la Asociación Turca de Derechos Humanos publicaron un comunicado en el que se mencionan numerosas acusaciones de malos tratos a los migrantes en el centro de detención de Aşkale.
La suerte de los migrantes una vez devueltos a Turquía en virtud del acuerdo entre la