ALGO MÁS SOBRE LORELEI
Un joven pescador que la miró de cerca
quiso buscarla cada noche con empeño
en la ribera del Rin durante horas,
al ser turbado por su gran belleza
y el eco de su canto embrujador.
Ella le mostraba dónde echar las redes
con mejores y seguros resultados.
Pero una vez que se marchó hacia el río,
el pescador, sin embargo, no volvió.
Lorelei lo condujo a sus cuevas coralinas,
con el fin de retenerlo para siempre,
por el amor que sentía su corazón.
No satisfecha con el primer amante,
empezó a seducir más pescadores,
conduciéndolos hasta su morada
por medio de sus cantos turbadores.
Una noche, supremamente armado
un ejército casi la toma por sorpresa,
pero ella con hechizos poderosos
paralizó al capitán y a los soldados
que intentaron en vano retenerla.
Cuando los tuvo inmóviles
arrojó sus vestidos contra ellos,
y cantando melodiosamente
atrajo hacia las peñas grandes olas,
donde yacía sonriente y categórica
sobre un carro de tornasol marino.
Bajó el Rin a su nivel normal
y el hechizo cesó inmediatamente,
la escuadra recobró sus movimientos
y Lorelei se alejó sin dejar huella.
Los pobladores del lugar afirman,
que ofendida por tan vulgar afrenta,
ya no saldrá de sus cuevas coralinas
mientras haya un humano en el planeta.