Rusia retira a sus militares de Siria, mientras los kurdos declaran la creación de una región federal.
Desde marzo de 2011 Siria atraviesa una compleja situación que ha dejado más de un cuarto de millón de muertos, en su mayoría civiles.
Al parecer 5 años no han sido suficientes para lograr un entendimiento entre todas las partes involucradas en el conflicto; mientras en el centro y sin ser considerada como lo merece: la población del país.
El pueblo, que ahora vive entre una tregua frágil, con un alto el fuego vulnerado por opositores y terroristas; diálogos de paz sin concluir y amenazados por los kurdos del país si sus intereses no son escuchados, y para más, un acuerdo migratorio entre Europea y Turquía, ilegal e inhumano, que amenaza a los que huyen de la guerra.
Al final del túnel, aparecen luces rusas con su retirada, y la voluntad de seguir conversando en abril próximo bajo la égida de la Organización de las Naciones Unidas (ONU); sin embargo siguen aflorando vestigios de injerencia externa ante un conflicto que ha de resolverse políticamente de sirios a sirios. Sólo entre ellos.