El gato, como todos los felinos, utiliza el marcaje como comunicación social. Ya sea a través de la orina, de feromonas o mediante arañazos, el pequeño felino se hará notar en su comunidad. A pesar de que la razón territorial será normalmente el motivo más habitual de estos marcajes, podrían existir otras causas; si las marcas fuesen continuas y excesivas indicarían estrés o disconformidad en el animal. El animal marcará su territorio desprendiendo feromonas a través de rozamientos (contra objetos, personas u otros animales), con pequeñas y olorosas rociadas de orina en lugares estratégicos y a través de arañazos (señales visuales y olfativas). Se tiende a pensar que los típicos “restregones” del gato entre las piernas de su propietario indican lo cariñoso que es el animal. Nada más lejos de su intención, el gato mediante esta conducta, está reafirmando su territorio, sus pertenencias. Las marcas las hace a través de sus feromonas, una sustancia que desprenden distintas glándulas, la zona más activa es la cara y la base de la cola. Otra forma habitual de marcar territorio es mediante pequeñas y olorosas micciones. El motivo no es otro que advertir a otros animales de su presencia. También hay ocasiones en las que animal marca mediante orina dentro de la casa, sus lugares predilectos suelen coincidir con espacios y objetos que el propietario utilice cotidianamente como la cama, el sofá, etc. Estos marcajes suelen indicar el afán del animal por reforzar el vínculo con su amo. Los arañazos son también otra de las marcas que el gato utilizará para delimitar su territorio. En las almohadillas y entre los dedos se desprenden feromonas que el gato aprovechará, mediante el arañazo, para indicar su presencia a otros animales; amigos o enemigos.