Psicologia: Efecto Pratfall (Asume tus errores)

2016-02-06 1

Muchas personas están obsesionadas con no cometer errores, sobre todo en público. Nos avergüenza tropezar delante de los demás o equivocarnos en el discurso. El deseo de no equivocarnos es tan intenso que en algunos casos llega a convertirse en una obsesión. La persona se centra tanto en prevenir los fallos que, a la larga, su desempeño se ve afectado y los que están a su alrededor pueden confundir esa inseguridad con una actitud lejana, fría o incluso snob. Sin embargo, en realidad cometer un desliz delante de otras personas aumenta nuestro atractivo, hace que le caigamos mejor a los demás. ¿Por qué? Simplemente porque los otros nos percibirán como alguien más cercano y sentirán una profunda empatía por lo que nos acaba de suceder. Es lo que en Psicología se conoce como “Efecto Pratfall”. Todo comenzó en 1966, cuando un grupo de psicólogos de la Universidad de Minnesota reclutó a varios estudiantes. Estos tenían la tarea de escuchar una grabación de un supuesto competidor del College Bowl (aunque en realidad se trataba de un actor). La grabación era una entrevista donde se realizaban preguntas muy difíciles. En un caso, el competidor actuaba como una persona muy competente con un 92% de aciertos en sus respuestas pero en el otro caso se mostraba como alguien mediocre, con solo un 30% de aciertos. Al finalizar, los competidores competentes hacían el resumen de todos sus logros académicos mientras que los mediocres hacían referencia a un curso regular. En algunos casos, se incluyó además un pequeño error. Después de haber escuchado la grabación, los estudiantes tenían que decir cuán agradables y simpáticos les habían resultado los competidores. Así, los psicólogos pudieron apreciar que cuando el competidor competente se equivocaba al final, su nivel de atractivo y aceptación aumentaba. Sin embargo, este efecto no se apreciaba cuando eran los competidores mediocres quienes se equivocaban. Por supuesto, a lo largo de los años se han repetido experimentos similares y los investigadores han obtenido resultados semejantes, descubriendo además que el Efecto Pratfall es más intenso en los hombres que en las mujeres y que no es tan marcado cuando la persona que compara tiene una autoestima muy elevada. ¿Por qué? La explicación radica en la autoestima y en nuestra tendencia a comparar. En práctica, las personas que tienen un desempeño demasiado perfecto ponen en tela de juicio nuestra competencia al compararnos con ellos. Al salir perdiendo, tenemos la tendencia a sentir menos empatía por el otro.