Hoy no descubriremos qué papel ha jugado Street Fighter II en la industria desde el mismísimo día en que vio la luz. Es de sobra conocida su repercusión ya no sólo en el género de la lucha, que de algún modo redefinió marcando a todos los rivales que llegarían después, sino en el videojuego mismo, sumando con su carisma y personalidad al universo lúdico como lo hicieran otros mitos antes que él.
Hoy, por el contrario, y para celebrar los 25 exitosos años que lleva repartiendo estopa, recordaremos algunas de sus muchas, muchísimas conversiones, que por menos conocidas no ocupan en el acervo colectivo el lugar que sin duda merecen. Cada una con sus taras y particularidades, pero todas fiel reflejo del espíritu único, singular, casi mágico, del inmortal arcade en que se inspiraron. ¡Fight!
