Niños con disforia de genero: De Naima a Daniel

2016-02-04 12

«La transexualidad no es un capricho, ni algo transitorio, ni una enfermedad. Sabemos nuestra identidad pronto. Si yo me amputo los genitales seguiré siendo un hombre. Y mi hija no tiene fobia a su género, sólo es una niña con pene, como hay niños que tienen vagina pero son niños porque así se ven a sí mismos. Emma siempre se sintió una niña, así que eso es lo que es: una niña». El padre de Emma es un bombero acostumbrado a días envueltos en bolsas negras. «Yo nunca había llorado, pero desde el tránsito de Emma me emociono con nada. Tener un hijo tetrapléjico es un problema, lo nuestro es una bendición. A mí esto me ha abierto el lagrimal», dice con ojos de agua. Esto es Emma cuando, con dos años, le decía a mamá cosas que casi nadie dice. «Me preguntaba por qué tenía colilla si ella era una chica, que si yo se la podía cortar», cuenta, aunque el canijo está escalando la espalda de esta madre vertical y refugio, madre montaña.